Todo lo que hay en las bolsas

 Diluvio de la entrada al coche,

bolsas complacientes, 

son pensadas pero

no sabe si son suficientes.


Quiere que su hijo

tenga mucha fuerza,

siguiendo intentos fallido,

hacía su madre, compra lentejas.


Para evitarle amores frustados

buscó, buscó, buscó y compró

todos los ingredientes para 

hacer pollo confitado.


Pero igual ya llegó tarde,

igual su corazón ya está roto,

revisó toda la sección de helados

y metió en el carro el de coco.


El niño también tiene que ser listo, 

como no encuentra comida

compra un cuaderno de actividades,

el primero que ha visto.


Ella ya no puede jugar

pero sabe bien lo que es hacerlo.

Hay 2x1 en pelotas:

-Tengo que cogerlo.


Todo lo que no pudo ser, y quiso,

que lo sea el hijo.



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