¿Dónde acaba nuestra libertad? ¿Lo definimos nosotros o quizás la sociedad? Eso es principalmente lo que nos plantea el libro, una me lo había preguntado antes de leerlo, y ahora una vez acabado tengo que admitir que sigo con la duda.
Cada persona ve las cosas a su manera y de eso forma parte la libertad, pero extrañamente toda la sociedad nos hemos puesto de acuerdo en los propósitos para la vida. Estudiar para para tener un trabajo y poder descansar después. Efectivamente un cien por cien es imposible, y a estos que se resisten a creer en este estilo, una clara minoría, los representa Pierre Anthon: “-Todo da igual -dijo un día-. Porque todo empieza para acabar. En el mismo instante en que nacéis empezáis ya a morir. Y así ocurre con todo.” (Pág. 7).
Por este personaje veo normal que la obra estuviera prohibida en algunos países, porque cuestiona el funcionamiento de la sociedad, y no estamos hablando de dictaduras que tienen un duro control, si no países europeos que la censuraron, relativizando una vez más la libertad. En todo caso, hoy en día incluso la tienen incluída en los colegios, pero los protagonistas de la historia también estuvieron en momentos de acuerdo con lo que tanto odiaban: “Pierre Anthon llevaba un poco de razón en eso de que no importaba nada, y no era nada fácil juntar cosas que si importaran.” (Pág. 18).
A sabiendas de que no podían debatirle nada, porque al escucharlo empezaron a percibir su manera de ver la vida y que con palabras los destrozaba, tampoco serían capaces de permitir que se opusiera a todo lo que consideraban su sentido de la vida, y todo el plan no es más que por no razonar, por no permitir que les lleven la contraria. “Lo único que sabíamos era que Pierre Anthon tenía la culpa. Y que pagaría por ello.” (Pág. 103), era más fácil echarle la culpa a alguien y seguir con el estilo de vida estándar, que escuchar.
Hay muchas formas de resolver conflictos, pero en esta historia predomina la violencia para saldar cuentas, no es un método políticamente correcto, pero dentro de lo malo es rápido. La verdad este camino no les ha dado muchos resultados, de un golpe siempre te puedes recuperar. Pero la verdad es que insiste mucho en las peleas: “-Entonces tendréis que darle una paliza -dije mirando a los chicos, porque estaba claro que aunque las chicas pudiéramos contribuir con arañazos, eran ellos los que debían hacer el trabajo duro.” (Pág. 11). Esta frase me impacta también por el comentario machista, hecho por una niña, y como se infravalora, aunque sea para una mala causa, me entristece ver como se autoimpone un nivel inferior por el género considerándolo algo tan obvio. Usan la fuerza también como símbolo de valentía, por esto, al los chicos negarse, cita que las chicas les pierden el respeto. No me gusta la sociedad que se plantea en el libro respecto ese tema.
A pesar de todo lo que pudieran hacer mal o todas las actitudes irrespetuosas que hubieran como el egoísmo, hay varias actitudes en ellos en que me gustan. Durante la historia y mientras confeccionaban el plan, siempre han tenido el trabajo en equipo como único medio para poder conseguir sus objetivos y la mayoría se han mantenido juntos a pesar del dolor que eso les pudiera causar, y eso no es fácil, tratándose además del número de personas que lo formaban: “Necesitaría ayuda. La ayuda es tuya. La ayuda es nuestra. La ayuda somos nosotros.” (Pág. 56). La otra es su convencimiento en lo que hacen y en no permitir que se menosprecie algo por lo que han luchado tanto, como muestra en esta cita, después de que la policía listara el montón: “Fue el <<etcétera>> lo que nos ofendió. Como si se pudiera reducir el significado a un <<etcétera>>” (Pág. 75), esta resignación muestra las ganas que tenían el proyecto, esenciales para poder resistir la presión de su investigación.
Todos estamos obligados a asistir a la escuela, para acadar los propósitos para la sociedad actual. Nos enseñan la teoría, de como es y fue la vida, a desarrollar capacidades y a otras muchas cosas, pero no todo se puede escribir en un papel y eso no le quita importancia, incluso se la da, “-Significado. (…) Vosotros no nos habéis enseñado nada. Así que lo hemos aprendido solos.” (Pág. 76). Nadie puede enseñar la libertad, porque es un concepto abstracto y porque el punto de vista es propio, nadie dejaría que se le opusieran a lo que cree que es correcto, y esos mismos pensamientos son lo que enseñaría y desde donde enseñaría. La libertad reside en el pensamiento propio y en el respeto de el de los otros.
En su camino de búsqueda, lo primero que se encontraron fueron sueños frustrados: “También nos dieron una rosa de un ramo de novia de hacía treinta y seis años. (…) Se había divorciado cinco años después de casarse.” (Pág. 19), y erróneamente los descartaron. Considerar algo tu sueño es ponerlo en un nivel de prioridad muy alto, y aunque acabe mal, el hecho de haber ocupado un puesto así en algo momento lo llena de significado.
Puede que después leerme el libro, no tenga claro lo que importa o no, pero al igual que yo, estos niños tampoco llegaron a tener claro lo que era el significado, pero habían encontrado lo que daba sentido a su vida, un tesoro que defender, diferencias que los unían: “Y aunque no pueda explicar de qué se trata, sé que es algo que tiene significado. Y sé que con el significado no se juega.” (Pág. 108). Ganaron al encontrarlo, independiente de como reaccionara su objetivo principal y el trágico final, nadie les podrá quitar jamás el conocimiento ni sus sentimientos, “Si renunciamos al significado, no nos queda nada” (Pág. 77).
TELLER Janne, 2011, Nada, Seix Barral, Barcelona
babelio.com, quelibroleo.com, https://www.20minutos.es/noticia/998903/0/janne/teller/nada/
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