Da igual en qué momento del día, siempre suena mi playlist de fondo, el único lugar en el que conviven todos mis estados de ánimo encajando perfectamente y todos los estilos diferentes que me gustan. Poner el volumen al máximo es mi descripción de felicidad, en una fiesta rodeada de amigos o yo sola en mi habitación, las circunstancias son irrelevantes, hay que darlo todo bailando. La satisfacción de poder pasarme horas así y los nervios de aprovechar hasta el último minuto y no ser pillada en el momento álgido. ¿La única parte triste de la música? Quitando las letras que me hacen llorar, el momento de apagarla, ponerle fin a mi fiesta interior.
La relación entre una canción y un día es tan fuerte y bonita como las amistades, esas que llevan muchos años y durarán muchos más; e igual de espontáneas, aparece una canción en tu cabeza y la pones mientras haces cualquier cosa con un mínimo de importancia, automáticamente queda ligada a esa acción, a ese lugar o a ese momento. Cuestión de casualidad. Después también están las que se asocian a personas, ya sea porque te la enseñan o te recuerdan que existen, porque es su canción favorita o porque la letra de esta describe tu situación con ella. Luego están las de rutina, ese tema de confianza que se pone siempre para lo mismo.
En mi playlist se encuentran todos estas canciones y también otras que simplemente me están ahí porque me gustan, pero solo necesitan tiempo para forjar vínculo o por el contrario dejar de gustarme. Por el contrario, mis canciones favoritas son simplemente con las que tengo alguna conexión y no me recuerdan a nada. Me encanta añadir temas nuevos a mi lista, descubrir cantantes y que mis cantantes favoritos saquen álbum.
El toro y la luna de Los Centellas son todos mis viajes en coche cuando era pequeña. Un recuerdo borroso, una cinta vieja. Acordes de guitarra que acompañan al sonido del asfalto al pasar. Miradas de complicidad seguidas de voces al unísono, con la felicidad asomando. El toro y la luna
La canción de Rasta Barbie de Gigolo y la Exce fue mi canción favorita y estuvo resonando en mi cabeza mucho tiempo por lo que no está asociada a un momento si no a un mes, aunque en ese mes hubo un día con más importancia que el resto y esta canción representa la calma que me hizo evadirme de todo lo malo, siempre me transmite felicidad.
Suave de Rauw Alejandro es estar en esas escaleras con el sol cayendo, un naranja que se desvanece rápidamente dejando un azul oscuro. Oscuridad y ellas. Hablar, hablar, hablar, solo nos escucha un pasamanos. Las olas rompen a nuestros pies mientras miramos al otro lado de la ría.
Swish de Mike Stud es un día especial, con una persona especial. Hacer importante lo de todos los días una vez al año, como todos los años. El chirrido de los columpios, risas y algún pato. Dos intrusos irrumpen la comodidad de siempre. Suena el click de la cámara, pocas palabras pero se puede escuchar su voz. Un colacao, la única fuente de calor, todos sentados alrededor. Cientos de luces brillando a través de la ventana, la comodidad volvía a aparecer tímidamente.
Bendiciones de Bad Bunny son meses y meses de oscuridad sin compañía. Aparece un rayo de luz, lleno de felicidad. Reencuentros. Una cámara vigila nuestros bailes al atardecer.
Latidos de Miranda es un altavoz que ha dejado de sonar, ya no está, lo único que se escucha es el mar. Todas esas luces que han dejado de iluminar, ya no están, la única fuente de los son las estrellas. La energía nos ha dejado, ya no está, lo único que se respira es calma. Todos juntos, igual demasiado, nadie se quiera caer de la toalla. El sonido vuelve, esta vez mucho más calmado, los acordes van a paso de caracol pero afectan a años luz.
Safaera de Bad Bunny es una puerta que se abre. Pongo un pie dentro, una mezcla de tristeza y soledad se apodera de mi antes de que el segundo pie pudiera entrar. Tres hadas sonrientes entran detrás mía, las miro, vienen a traerme su felicidad y a alejar todo lo malo usando entre otras cosas esta canción.
Borró Cassette de Raya Real son árboles caídos que apuntan al mar. Nosotras, sobre ellos, planeamos quedarnos para siempre ahí. Huele rico, para nosotras y para las moscas. Banderitas de España como sonido de fondo mientras seguimos tutoriales con cuidado. Todo bien hecho, canción incluida. Raya Real
Canción con Yandel de Bad Bunny es una persona. Son los pasillos del instituto y algún que otro día en el bus. Un “¿me acompañas a la cafetería?” monótono. Con ella muchas tardes e ir la a buscar al club. Muchas muchas risas y muchos muchos enfados también. Cuando escucho esta canción estoy con ella.
Colocaos x Madrid de Xavibo es un querer acercarme a él, querer comprenderlo mejor, querer estar con él. De repente era todos los días, sonría al verlo, sonreía al verme. Mis buenas noches y mi compañía por las tardes desaparecen, de una forma tan repentina como con la que llegó. Por la noche ya no está, dejando un gran vacío, que me toca llenar con sus canciones. Indirectamente me enseñó a llorarle. Xavibo
La música me acompaña en todos mis sentimientos, me escucha y me consuela y llora conmigo, es capaz de definir como me siento mejor que yo, complementa mi soledad y mi compañía. Mi playlist, un resumen y una descripción de mi vida, tan variable como ella.
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