Un camino difícil
 GRAD, Marcia. La princesa que creía en los cuentos de hadas. Barcelona: Ediciones Obelisco (2019)
La princesa protagonista es débil y frágil, le afectan mucho las cosas pequeñas, pero a la vez valiente para saber seguir adelante aún estando rota. Tiene poca capacidad de decisión, piensa que todo lo que piensa está mal, cosa que me parece bastante normal después de toda la represión que sufrió. Es una persona muy dependiente, necesita que alguien le diga que hacer y hasta que pensar, ya que aun habiendo superado tener que pensar como decía el Código Real, sus padres y el príncipe necesita que Doc le diga que hacer una vez que ya puede hacer y pensar lo que quiera. Es una persona alegre y fantasiosa, me gustan las personas así, pero no me gusta que deje pisotear sus sueños tan fácilmente, pienso que aunque no tengas fe en conseguir alcanzar un sueño no dejes que nadie te lo destruya.
 En ocasiones, los padres inducen para que los hijos consigan eso que ellos no pudieron. Neutralizando sus deseos les hacen infelices.
 La princesa tiene ganas de aprender y de llegar al final de todo, que es la base fundamental del libro.
 La felicidad como una dirección, es la idea que mantiene, aunque más bien la que argumentan las personas en las que ella más confía y la que acaba adoptando. En la que no hay un destino porque no hay un límite ni ningún sitio perfecto. La única forma válida es el autoconocimiento, la autoestima y empoderamiento. Aunque este elaborado como un cuento de hadas de esos que se les leen a los niños pequeños
 La protagonista ve como se le desmontan todas sus ideas y sueños y que por mucho que se esfuerce en ser perfecta nunca lo será para todos. No se valora a si misma ni a sus sentimientos.
 El amor, eso que ella tanto había soñado, toda una vida esperando al príncipe azul, como si fuera la única posibilidad de ser feliz y quizás por eso no funciono, por creer que una persona es la solución a todos tus problemas, por tener las expectativas muy altas o simplemente por estar enamorada hasta que duela. Si que el amor puede hacerte creer libre, “Se acurrucaba entre sus brazos y las frías miradas desaparecían de su mente como si nunca hubiesen existido.” (Pág.58), pero solo te lo hace creer, ya que necesitas a la otra persona y ser dependiente y libre no son compatibles. Lo dejó todo por esa persona, sus sueños y costumbres, cuidó todo detalle para que fuera de su agrado y él solo le hizo más daño. Ella también tenía la culpa por dejarse hacer daño y no saber irse, pero era más fácil seguir intentado que admitir la verdad y todo el daño.
 Todos tenemos al menos un poco de niebla que nos impide ver la realidad, como Victoria y como todos en el Campamento de los viajeros perdidos. Yo no creo que esa niebla nos impida ver la realidad, solo es una manera de esconderla porque duele o decepciona o de añadirle cosas para convertirla en sueños.
 A su vez los sueños no siempre son como uno cree, pues la princesa cumple su sueño, se casa con el que en un principio en el perfecto príncipe azul, y es feliz, muy feliz, pero todo se acaba.
 Victoria estuvo toda la vida con restricciones, con pautas que la alejaban de lo que realmente quería y que no solo le quitaban libertad, si no felicidad y autoestima. No  poder ser ella misma ni aun estando a solas y que le discutieran hasta la verdad la hizo crecer con el corazón roto, “Solo esperaba el momento de subir a su habitación esa noche para jugar a solas con la caja de música.” (Pág. 8). No hay nada de malo en escuchar el tipo de música que quieras, cuando quieras, ni en querer encerrarte en tu habitación y estar sola, pero no le dejaban ni estar triste cuando ellos mismos provocaban que lo estuviese.
 Tuvo también sus momentos de éxito “Interpretó su papel a la perfección y fue ovacionada por un público puesto en pie.” (Pág.41), resultó tener un gran talento para la interpretación y para escribir libros de cocina, pero otra vez, la misma persona que le había ilusionado y animado para hacerlo fue quien le quito la esperanza. 
 El libro te enseña a quererte a ti misma y ese es el primer paso hacia la libertad.

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