Un camino
difícil
La princesa
protagonista es débil y frágil, le afectan mucho las cosas pequeñas, pero a la
vez valiente para saber seguir adelante aún estando rota. Tiene poca capacidad de
decisión, piensa que todo lo que piensa está mal, cosa que me parece bastante
normal después de toda la represión que sufrió. Es una persona muy dependiente,
necesita que alguien le diga que hacer y hasta que pensar, ya que aun habiendo
superado tener que pensar como decía el Código Real, sus padres y el príncipe
necesita que Doc le diga que hacer una vez que ya puede hacer y pensar lo que
quiera. Es una persona alegre y fantasiosa, me gustan las personas así, pero no
me gusta que deje pisotear sus sueños tan fácilmente, pienso que aunque no
tengas fe en conseguir alcanzar un sueño no dejes que nadie te lo destruya.
En ocasiones,
los padres inducen para que los hijos consigan eso que ellos no pudieron.
Neutralizando sus deseos les hacen infelices.
La princesa
tiene ganas de aprender y de llegar al final de todo, que es la base
fundamental del libro.
La felicidad
como una dirección, es la idea que mantiene, aunque más bien la que argumentan
las personas en las que ella más confía y la que acaba adoptando. En la que no
hay un destino porque no hay un límite ni ningún sitio perfecto. La única forma
válida es el autoconocimiento, la autoestima y empoderamiento. Aunque este elaborado como un cuento de hadas de esos que se les leen a
los niños pequeños
La protagonista
ve como se le desmontan todas sus ideas y sueños y que por mucho que se
esfuerce en ser perfecta nunca lo será para todos. No se valora a si misma ni a
sus sentimientos.
El amor, eso
que ella tanto había soñado, toda una vida esperando al príncipe azul, como si
fuera la única posibilidad de ser feliz y quizás por eso no funciono, por creer
que una persona es la solución a todos tus problemas, por tener las
expectativas muy altas o simplemente por estar enamorada hasta que duela. Si
que el amor puede hacerte creer libre,
“Se acurrucaba entre sus brazos y las frías miradas desaparecían de su mente
como si nunca hubiesen existido.” (Pág.58), pero solo te lo hace creer,
ya que necesitas a la otra persona y ser dependiente y libre no son
compatibles. Lo dejó todo por esa persona, sus sueños y costumbres, cuidó todo
detalle para que fuera de su agrado y él solo le hizo más daño. Ella también tenía
la culpa por dejarse hacer daño y no saber irse, pero era más fácil seguir
intentado que admitir la verdad y todo el daño.
Todos tenemos
al menos un poco de niebla que nos impide ver la realidad, como Victoria y como
todos en el Campamento de los viajeros perdidos. Yo no creo que esa niebla nos
impida ver la realidad, solo es una manera de esconderla porque duele o
decepciona o de añadirle cosas para convertirla en sueños.
A su vez los
sueños no siempre son como uno cree, pues la princesa cumple su sueño, se casa
con el que en un principio en el perfecto príncipe azul, y es feliz, muy feliz,
pero todo se acaba.
Victoria estuvo
toda la vida con restricciones, con pautas que la alejaban de lo que realmente
quería y que no solo le quitaban libertad, si no felicidad y autoestima.
No poder ser ella misma ni aun estando a
solas y que le discutieran hasta la verdad la hizo crecer con el corazón roto,
“Solo esperaba el momento de subir a
su habitación esa noche para jugar a solas con la caja de música.” (Pág. 8). No
hay nada de malo en escuchar el tipo de música que quieras, cuando quieras, ni
en querer encerrarte en tu habitación y estar sola, pero no le dejaban
ni estar triste cuando ellos mismos provocaban que lo estuviese.
Tuvo también
sus momentos de éxito “Interpretó su
papel a la perfección y fue ovacionada por un público puesto en pie.” (Pág.41),
resultó tener un gran talento para la interpretación y para escribir libros de
cocina, pero otra vez, la misma persona que le había ilusionado y animado para
hacerlo fue quien le quito la esperanza.
El libro te
enseña a quererte a ti misma y ese es el primer paso hacia la libertad.
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